Completamente sola, Samantha sucumbió a los encantos de un guapísimo joven que... resultó ser el mismísimo Louis.
Él nunca supo quién fue su padre y ahora una atractiva mujer quería que se hiciera las pruebas de ADN para ver si era hijo de Tarrant Hardcastle. Por él, no había ningún problema... siempre y cuando Samantha accediera a pasar otra noche con él.